Últimas anécdotas recibidas
Taylor, 1 año - Divina Inocencia
Un regalo de miedo
Cuando yo tenía 1 año me compraron un poni y cuando lo abrí, me dio tanto miedo, que lo aventé por la ventana.
Cayó a la piscina de mi amiga y cuando salimos a jugar le dije que era mío, pero no me lo quería dar.
Ernesto, 3 años - Anécdotas e Historias Graciosas
Jugando con la pintura
Un día Ernesto cogió pintura para la pared, porque estábamos pintando su habitación, y se puso a dejar sus huellas por la pared.
También tenía pintura en la mano y se la puso en la cara y le quedó la cara azul.
Juliana, 12 años - Anécdotas e Historias Graciosas
Una silla peligrosa
Una vez estaba limpiando fuera de mi casa y había un hueco. Cuando me caí, me sujeté de una silla que se encontraba fuera de mi casa, pero lo que sucedió fue que la silla ¡se cayó encima de mí!
Kerly, 10 años - Anécdotas e Historias Graciosas
Una niña y el espejo
Un día yo estaba en una casa arrendando y como era engreída, me veo y ...
¡Pam!
¡Se quiebra el espejo!
¡Qué risa!
Pukulin, 3 años - Anécdotas e Historias Graciosas
Sorpresa en el baño de campo
A mis padres siempre les ha gustado vivir en el campo y crecí allí.
Un día después del almuerzo salí al baño y mis padres me dejaron solo. De repente, cuando ya estaba sentado haciendo la "caquita", volteé la mirada hacia mi lado derecho y la sorpresa fue que había una serpiente que estaba cruzando por debajo de mí. Lo único que hice fue correr como loco a llamar a mi padre y él del susto corrió hacia mí pensando que me había pasado algo.
En ese entonces le conté a mi papá que había una serpiente en el baño. Mi padre agarró un palo y fue a matarla pero no pudo, se escapó.
Ese día me espanté mucho.
Manel, 9 años - Anécdotas e Historias Graciosas
Flotando en el mar se estaba muy bien
Tenía la costumbre de sentarme en un flotador circular y remar de espaldas mar adentro a pesar de no saber nadar. Siempre le tocaba a mi hermano mayor nadar hasta mí para decirme que saliera, pues era hora de irnos.
En una ocasión estaba como siempre sentado en mi flotador muy alejado de la playa, cuando veo a un tipo nadando hacia mí, de repente le da por volcarme y una ola alejó unos metros de mí el flotador. El tipo siguió su curso y ahí me quedé yo, aterrorizado y tragando mucha agua.
No sé como lo conseguí, pero llegué hasta mi flotador, me puse a remar como loco y esa vez mi hermano no tuvo que ir a buscarme. Me puse a llorar a escondidas y jamás le conté a mi familia lo que me acababa de pasar.
Tardé unos días en volver a meterme en el mar, pero cuando por fin me decidí, ¡ya sabía nadar!
Ariana, 6 años - Anécdotas e Historias Graciosas
Alegría con las zapatillas y el gato
Cuando llegó la Navidad me regalaron unas zapatillas muy lindas de color rosa y fue tan grande mi alegría que tan solo la pasaba con mis zapatillas.
Al cumplir 6 años de edad ya no me quedaban mis zapatillas, tuve que dejarlas y lloré mucho con ellas. Mis tías se rieron de mí al verme así.
Pero en fin, dejé de sufrir porque me regalaron un lindo gato al que llamé “Calzado” por mis zapatillas.
Mohamed, 2 años - Anécdotas e Historias Graciosas
Confundido al ver doble a su padre
Cuando apenas tenía 2 años, estaba sentado en el jardín de mi casa y de repente se acercó mi padre. ¡Le abracé con tantas ganas!
Pero de repente apareció por segunda vez mi padre, no sabía lo que estaba pasando y ante eso me puse a llorar.
Pero al final, resulta que era el gemelo de mi padre.