Divina Inocencia
Hay situaciones o conversaciones que a los adultos nos parecen de lo más evidentes, pero que niños y niñas en edad de aprender pueden confundir fácilmente, ofreciéndonos inocentes frases o anécdotas propias de esos pequeños angelitos.
Con caminador nada le para
Yo vivía en un segundo piso, aún no sabía caminar y tenía un caminador.
Un día cuando mi papá regresó de trabajar, dejó la puerta abierta y sin saberlo me empujó un poquito. Yo seguí tratando de caminar hacia la puerta y tropecé con la silla y me caí rodando por las escaleras.
Fue muy gracioso, ¡¡¡caí sentada en la quinta escalera!!!
Lío de pastas
Un día estábamos almorzando en familia y mi prima preguntó: - ¿Qué vamos a comer?
Le dije: - Pasta.
Ella dijo: - ¡Qué asco!
Y cuando mi madre le preguntó: - ¿Por qué? ¿No te gusta?, ella dijo: - Es asqueroso comer pasta de dientes.
Todos nos reímos, ja ja.
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Curioseando una tortuga Terecay
Estábamos en casa de los abuelos cuando Cami vio acercarse una pequeña tortuga Terecay. Con curiosidad la tomó, bajo advertencias de que estas tortugas suelen morder. Sin mayor preocupación jugó con la tortuguita, pero ésta la mordió.
Al oír su grito le preguntamos por qué, a lo que Cami respondió: - ¡Es que quería ver sus dientes!
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Para lista la niña
Me acababa de graduar como licenciada en criminalística y a mi niña de 6 años no le quedaba claro. Me dijo un día muy sorprendida: -¡¡Mamá!! ¿¿entonces eres criminal??
A lo que yo le contesté tratando de aclararle el término: -No, nena, un criminal es una persona mala, yo soy criminalista.
Y con gesto de alivio me contestó: -¡Ah! o sea que eres mala, pero muy lista....(criminal-lista)
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