Últimas anécdotas recibidas

Cuando yo tenía 12 años le digo a mi mamá y a mi papá honestamente : - Mamá ayer un niño me besó. Y mi mamá pregunta: - ¿Qué?, ¿Cómo?, ¿Ah sí?

- No fue fácil, tuve que pedir ayuda. ¡Y el niño tiene mucha fuerza!

Cuando Jhael estaba chiquito se subía al frigorífico y entonces mi abuelita le ponía ahí.

Cuando se quería bajar decía: -Mami, ya me cago, ya me cago.

Enviado por la mamá

Estaba mi nieto con nosotros y sus padres venían camino de recogerle, cuando tuvimos la siguiente conversación:

- Abuelo, ¿cuándo llegarán los papis?

- Tranquilo que ya deben estar al caer.

- ¿Y está muy lejos "al caer"?

Un día llegamos al páramo, íbamos a acampar y se hacía tarde. Ya acabaron de armar pero como ahí había estado mojado porque había llovido, se traspasó el agua a la carpa. Bueno, yo tenía mucho frío y le dije a mi papi que regresáramos al carro porque tenía frío y encima estaba medio mojada.

Mi papi dijo que bueno, pero como ya eran las 7 de la noche nos perdimos mientras caminábamos. Y aunque mi papi alumbraba el camino, no nos dimos cuenta que había un laguna y nos caímos. Y esa laguna estaba helada.

Pasaron muchas cosas más, pero lo más gracioso es que me perdí, me caí y me mojé más de lo que ya estaba, o sea totalmente.

Estábamos en la finca jugando a las escondidas y pasó un perro salchicha. Grité fuerte: - ¡Hay una salchicha!

Y todos corriendo hacia mí para quitarme la salchicha.

Esto ocurrió cuando me fui a pasear con mi hermana, mi prima y mi hermano. Nos fuimos a comprar algunos dulces y primero mi hermano robó caramelos. Y después le engañamos diciéndole - Está viniendo la policía.

Pero resultó que ¡justo estaba viniendo la policía!

Y mi hermano devolvió los caramelos al dueño.

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Estaba bajando a la cocina y quería ir al baño. Cuando entré y vi a mi hermana con los pelos en la cara, pensé que era ¡¡¡ la niña de "El aro" ("The ring") !!!

...  y grité y salí corriendo al patio ...

Estábamos en casa de los abuelos cuando Cami vio acercarse una pequeña tortuga Terecay. Con curiosidad la tomó, bajo advertencias de que estas tortugas suelen morder. Sin mayor preocupación jugó con la tortuguita, pero ésta la mordió.

Al oír su grito le preguntamos por qué, a lo que Cami respondió: - ¡Es que quería ver sus dientes!

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