Últimas anécdotas recibidas

Un día le dijo Joan a su padre:

- Papá, la yaya María es tan buena... O MÁS... que Papá Noel, ¡porque siempre me está regalando cosas!

Todo un clásico entre los niños más graciosos de youtube. Un buen ejemplo de psicología inversa, para aprender a sacarle provecho a esa divina inocencia de los peques.

Estábamos caminando cerca de la casa de la peque y de repente nos dice:

- Mamá tengo un novio que se llama Jorge y nos vamos a casar, así que me voy de casa. ¡¡¡ADIOS!!!

Mi marido y yo nos empezamos a reir. Es una experiencia que nunca olvidaré.

Cuando mi nena tenía 1 año la acostumbré a dormir sola a las 12 del mediodía. Y así lo hice un día como de costumbre, pero de repente escuché que me llamaba con insistencia y tardé unos minutos en ir.

Cuando abro la puerta, la veo paradita en la cuna diciéndome no sé que cosa con cara de preocupación. Pues cuando me acerco veo que no tiene el pañal puesto y ¡horror!

Se había hecho popó y se quitó el pañal y toda la cuna llena de popó. La saqué para limpiarla y por poco me da el patatus cuando veo en la boquita que ¡se la estaba comiendo!

Ahora lo recuerdo con mucha gracia.

Hablaba con mi sobrino Marc por teléfono, preguntándole como iban las vacaciones en la playa y me contaba que muy bien, sólo que estaban llenos de picaduras de mosquitos, que les estaban acribillando a todos por la noche.

Bueno a todos no. A todos menos a la yaya porque según él, ronca tanto que asusta hasta a los mosquitos.

Ella era una niña consentida por su papá y su mamá. Pero su mamá estaba embarazada y cuando nació el hermanito, el papá y la mamá le consintieron al niño recién nacido.

Entonces en ese momento dejaron de consentir a la hija y la niña se puso muy envidiosa porque le consentían más al hermano recién nacido que a ella. Por eso una vez la niña les llegó a decir a sus papás que se iba a suicidar.

Tengo un par de nietos de 4 y 7 años y hace unos días, celebrando una cena con la familia, ellos estaban enredando como de costumbre, cuando de pronto oímos que la pequeña, quejándose, le dijo a su hermano - ¡¡¡Deja ya de hacer de Mourinho!!!.

Por lo visto le había puesto el dedo en el ojo. Fijaros hasta que punto ha calado este personaje.

Habíamos estado en el concesionario de coches preguntando información para comprarnos uno. Nuestro hijo de 5 años estaba con nosotros mientras el vendedor nos estaba contando las características de cada uno de los modelos.

Cuando ya estábamos en la calle, con toda la información debajo del brazo y casi decidido el coche, nuestro hijo nos preguntó: - ¿Y ya van a caber en el garaje tantos caballos?