Sin Tapujos
Esta sección recoge frases políticamente incorrectas que niños y niñas son capaces de decir sin tapujos ni pelos en la lengua y de la forma más natural y espontanea del mundo, y que a veces ponen a los adultos en situaciones realmente incómodas.
Reacción de una niña ante un señor con joroba
Esto sucedió cuando era yo pequeña y a mí me lo ha contado mi padre.
Subimos los dos en un ascensor al que también subió el bedel del edificio, que era un señor con cierta joroba. Cuando se cerraron las puertas miré a mi padre y le dije: -Papá, papá, así.
Me miró y resulta que estaba yo con la cabeza encogida y los hombros levantados hasta las orejas. Vaya, tal que imitando al pobre señor bedel, que evidentemente lo escuchó y lo vio igual que mi padre.
Frase embarazosa en la residencia de ancianos
Tengo dos hijos, un bebé y Pau. La gracia está en que un día fuimos con Pau a visitar a la abuela a la residencia de ancianos y por un descuido del personal uno de los ancianos apareció en la sala de visitas con pañales.
Pau al percatarse de ello me dijo: -¡Mira mamá, un abuelo bebé!
Cuando tu hija te "ayuda" a romper el hielo con la cuñada
Un día determinado fuimos mi marido, yo y nuestra hija a comer a casa de mi cuñada. Hubo un momento de la visita que Ana miraba fijamente a Maribel de forma que esta se dió cuenta de ello y le preguntó qué estaba mirando, a lo que la niña respondió:
-¡tu cara, poque mi mamá dice que tienes mucha!
Peleas de hermanos
Dejamos a los niños de vacaciones con los abuelos y cuando volvimos, el mayor nos contó que se habían llevado muy bien y que apenas se habían peleado con su hermana, así que le dije que muy bien, que a ver si seguían así, y me contestó:
-¡Hombre, no sé si podremos aguantar tanto!
Monjas o ...
Yo no me acuerdo de ello, pero mi madre me lo ha contado más de una vez. Se ve que estabámos de visita a la Basílica del Pilar de Zaragoza y yo iba montada a hombros de mi padre, cuando vi a lo lejos a dos monjas vestidas con sus hábitos. Y no se me ocurrió nada más que señalarlas con el dedo y decir -Mira, dos brujas.
Como no, mi madre se acuerda de lo muerta de vergüenza que estaba haciéndome callar.